miércoles, 19 de junio de 2019

Alanis Morissette — Supposed Former Infatuation Junkie (1998)



Palabras más palabras menos, a los 21 años la canadiense Alanis Morissette ya tenía la vida resuelta. Había tocado el cielo con las manos gracias a Jagged Little Pill (1995), disco multiplatino con el que dio el volantazo al rock tras un inicio ligado al dance-pop. Entre guitarrazos huraños y una correcta actualización del porte de singer/songwriter, aquel muy buen álbum —hoy considerado un clásico— la presentó a la nación alternativa de MTV como una especie de Sinead O'Connor de la generación X, una portavoz que escupía en kilométricas letras todo su descontento hacia su entorno, su vida, su cuerpo y sus amores con una sinceridad brutal. 

Sin embargo, cuando los ejecutivos le pidieron señales de vida tras unas merecidas vacaciones, Alanis se borró del mapa y dejó el barco a merced de singles como “Head Over Feet” y su gran video —en el que aparecía solamente ella en primer plano, a cara lavada, favoreciendo a un viejo amante por los servicios prestados. Recién cuatro años después aparecería en las tiendas Supposed Former Infatuation Junkie (Supuesta ex-adicta al apasionamiento). En el medio viajó con su madre a la India y, a la vuelta, sin ninguna clase de apuro, volcó todas esos aprendizajes un extenso conjunto de canciones dignas de una sesión pública de psicoanálisis, con todo lo bueno y lo turbio que eso implica. 

Además de una serie de enseñanzas espirituales, la cantautora había traído bajo el brazo todo un abanico de cuestionamientos que desplegó ante su público a través de una verborragia ahora compulsiva. Sirvan como prueba la portada plagada de palabras superpuestas a la risueña boca que las escupe, o los cuatro minutos de “Front Row”, absolutamente tomados por frases que emergen a borbotones al amparo de un oscuro manto tecnófilo. Lo mismo ocurre en “The Couch”, que recrea el vínculo terapeuta/paciente —o tal vez padre/hija— y su correspondiente hincapié en el poder sanador del discurso autorreferencial. Acorde con ello, Supposed despliega una musicalidad más suavizada que su antecesor, y el terreno que dejó vacante la distorsión ahora lo toma una electrónica apta para FM (“Can Not”, “I Was Hoping”, “Sympathetic Character”), a la que en varios pasajes se añade escalas arábigas a lo Zeppelin (“Would Not Come”). 

Pero eso no es todo lo que ofrecen los setenta y un minutos de esta Alanis hiperreflexiva: en “Baba” ella pisa los pedales y le aclara a los fans que aquel viaje iniciático la dejó con más preguntas que certezas, mientras que en “Are You Still Mad” pasa facturas a lo grande y recupera el aire furioso con el que se había reinventado unos años antes (“¿Seguís enojado porque te eché de la cama? ¿Seguís enojado porque te di un ultimátum? ¿Seguís enojado por haberte comparado con todos mis amigos cuarentones? (...) Claro que lo estás”). 

También la canadiense se entrega al folk confesional a la manera de Joni Mitchell y exhibe sin tapujos su costado más íntimo y vulnerable, como en “Unsent”, “Heart of the House” — dedicada a su mamá— o “Thank U”, donde parece tomar conciencia de lo bueno y lo malo como parte de una misma moneda (“Gracias India, gracias terror, gracias desilusión”) y en cuyo videoclip se pasea totalmente desnuda por una ciudad fría, gris e impersonal. La vida misma. 

Se dice que el segundo disco es el momento en que la persona exitosa se ve obligada a demostrar que allí había algo más que una feliz cadena de eventos afortunados, el punto en el que suele quedar expuesta la repetición de fórmulas ganadoras. Queda a criterio del oyente, pues, cuánto de eso había en Supposed Former Infatuation Junkie, pero lo cierto es que a la hora de poner los pies sobre la tierra luego de conocer en persona los sueños de la adolescencia, Morissette demostró versatilidad, talento genuino y, sobre todo, la altura suficiente como para sobreponerse a los potencialmente peligrosos efectos colaterales de una obra maestra. 


Links:
Dido — No Angel (1999)
The Cranberries — Bury The Hatchet (1999)
Pauline Croze — Ne Rien Faire (2018)



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