Hablemos de Santiago Moreno Charpentier, excantante de Tan Biónica, sin juzgarlo por su cronología de escándalos, disponible a un par de clics de distancia. Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Hablemos sin crucificarlo por declaraciones altisonantes como “quiero hacer canciones que suenen en la radio, que se puedan tener en el celular gratis y que todo el mundo venga a verme”. Salvo lo segundo, nada muy diferente a lo que soñaron nuestras luminarias favoritas, que inevitablemente salen mejor paradas que Chano en la comparación.
Ahora bien, cualquier distancia crítica no exime a “La noche”, su quinto single como solista, de ser lo que es: una muestra gratuita (en sentido estricto) de lo que él y su equipo corporativo de productores, ejecutivos y analistas de mercado piensan que debería ser el pop: breve, sencillo, ganchero, bailable y con un costo nulo o muy bajo para el oyente, al que también hay que mantener a salvo de grandes esfuerzos de comprensión; es decir, las mismas premisas de siempre. Empero, en algún lado quedó atrapada la arquitectura sonora, la dignidad, el ingenio y la búsqueda de una belleza instantánea tan efectiva como un Nesquik que solía fomentar la cultura del single —que acaso experimente un resurgimiento gracias a los servicios de streaming. Porque nada de eso aparece en esta canción estrenada el 19 de enero pasado.
El nuevo corte presenta a un Chano indiscutiblemente cómodo en su alianza con su sociedad anónima y ambos sellan un contrato que contempla el riguroso motivo melódico fácilmente recordable, el ritmo a medio camino entre el carnavalito y el electropop latino, y ociosas referencias a la nocturnidad (“Buen día mi vida, / ¿por dónde anduviste? / Tus ojos denuncian / que ayer no dormiste”). Menos de tres minutos ocupa este nuevo acto de subestimación del gusto promedio, flagrante infamia musical cuya factura debe haber involucrado la dilapidación de carretillas de dinero en estudios de mercado totalmente incapaces de reconocer que desde el pop también es posible dar pelea. Obviamente, lo de Chano se puede descartar, ignorar, tirar a la basura, pero lo que verdaderamente preocupa es que todo esto formaría parte un problemita mayor, global, enquistado en la música comercial. En tal sentido, los millenials tienen todo un pasado reciente disponible en YouTube y Spotify para empezar a dar crédito y hacer algo al respecto, pero por lo visto, no estarían muy interesados en esa tarea. Y probablemente en ninguna.
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“La noche” se puede escuchar aquí.

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